Los accidentes que creemos que nunca van a pasar

Hace unos días fuimos al Parque Jacarandas de Cayalá, Nola iba a una clase con los amigos de Tribu K9, para que la evaluaran por sus últimos comportamientos salvajes (esa es otra historia) y los peques, Jorge, Sushi y Wasabi se integraron de una forma informal al recorrido.

Don Jorge y la Sushi son ciegos, ellos no parecen perros ciegos porque se han adaptado como los grandes, si Jorge va caminando y hay gradas el automáticamente sigue caminando pero levanta sus patitas porque sabe que pueden haber más mientras que la Sushi guarda la elegancia y no es tan evidente, la verdad, la maravilla de los perros es que ellos no saben qué es la pena (literal) entonces se adaptan y su vida sigue siendo normal.

Pues resulta que en el parque nos toco bajar unas gradas para cruzar un puente, yo llevaba a los tres chaparros y tuve mucha confianza, mucha inocencia, poca previsión, poco alcance, poco cuidado, poca cautela, poco todo y mucho todo.

Fue en un segundo (como todos los accidentes) Jorge iba caminando con Wasabi delante de mi, y por verlos por algo que no logro recordar descuide a la Sushi, ella camino muy en la orilla y se resbalo del puente, el arnés y la correa la sostuvieron y pude sostenerla, subirla otra vez al puente y revisarla, pero obviamente por poner atención por otro segundo a la Sushi, solté la correa de Don Jorge… fue cuando pasó todo, Don Jorge se cayó por el puente (que no es muy alto, pero cayó), por mi cabeza pasó de todo en ese segundo mientras vi como caía y no podía hacer nada, sentí terror y un gran vacío en el estómago, como mínimo pensé que podría haberse fracturado por la caída.

Todo fue muy rápido y lo que pude ver después fue a Jorge subiendo por las raíces de un árbol, como si nada hubiera pasado, ni siquiera se veía asustado mientras yo seguía sintiendo el mismo horror de antes, Carlos corrió a ayudarlo a salir mientras alguien sostenía a la Nola y yo seguía paralizada del susto, los amigos de tribu nos ayudaron a revisarlo y pues claro, Jorge estaba como si nada.

Yo que me las llevo de SÚPER CUIDADOSA con los chuchos, me toco ya mi accidente y es que a todos nos puede pasar, ese “NUNCA” nos llega y no es lindo, lo que aprendí de este espantoso evento es; Jorge me quiere pase lo que pase <3, debo ser 1000000000 veces más cuidadosa porque no se puede dar nada por sentado, siempre hay gente maravillosa que te ayuda en esos momentos tan horribles, los accidentes pasan y lo más importante es que los perros no te juzgan, no te culpan y salen de los malos momentos como si nada hubiera pasado.

Los perros son geniales, Jorge es SÚPER GENIAL 🙂

4 respuestas a “Los accidentes que creemos que nunca van a pasar”

  1. Isaac Manuel dice:

    Pobre don Jorge, lo bueno es que no paso a mayores. Saludos están preciosos los chucho =D

    1. Uy si Isaac, fue un gran susto que se quedó en susto, muchas gracias por los saludos, todos te mandan saludos también. 😀

  2. Siempre he dicho que los perritos son como niños traviesos y nos dan los peores sustos del mundo, pero algo aprendemos con ellos.
    Me alegra que todos estén bien y es cierto que aunque uno queda casi traumado, a los peludos no les afecta esto.

    1. Si Lo’, justamente así son, eso es lo maravilloso de ellos, ellos siempre están felices <3 aunque uno este con el corazón en la mano, son lo máximo.

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